Montecristi se encuentra rodeada por hermosos eucaliptos de aproximadamente 40 metros de altura, forma un callejón que le da la bienvenida a los visitantes del barrio y de la parroquia Jimbilla ubicada 10 minutos de este barrio.
Es un árbol muy útil para la plantación a lo largo de carreteras, ya que resiste bien los vientos, ya que sirve como cortinas rompe vientos, ayuda al control de erosión, mejoran la fertilidad del suelo por efecto de la hojarasca en descomposición.
Las primeras plantaciones en nuestro país se dieron en 1860, en el gobierno de Gabriel García Moreno, debido a la aridez que presentaban algunos parajes; y por el uso de la madera como energía para la construcción del tren entre Quito y Guayaquil. (Diario el Comercio)
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